martes, 29 de mayo de 2012

Amán, un Pastor consagrado


 
Cada domingo por la mañana nos reunimos en el jemberem (kiosco) de la  Escuela para compartir un tiempo muy especial. Se trata de nuestra cita semanal, todos juntos, con Dios, con el Señor Jesús. Ayer también lo hicimos, pero tuvimos además otro motivo de celebración: la consagración del Pastor Edilson Rui, a quien todos conocemos como Amán.

Desde el 2000, hace ya diez años, Amán está al frente de la Iglesia Emanuel en la isla Pecixe, una labor que comenzó en 1995 cuando Isabel Johanning, la fundadora de Casa Emanuel, acompañada de otros misioneros, llegó por primera vez a esta isla a llevar el evangelio de la buenas nuevas de Jesucristo.

Poco a poco, con mucho esfuerzo y mucha adversidad por enfrentar, los misioneros visitaron y predicaron en todas las aldeas de la isla y luego se logró construir un pequeño templo donde pudieran reunirse los creyentes. La iglesia desde entonces ha crecido y el Pastor Amán ha estado allí para guiar y apoyar a los nuevos hermanos en Cristo.

Su consagración formal como Pastor fue presidida por el Pastor Carlos Souza, misionero brasileño quien se encuentra junto con su familia trabajando en Casa Emanuel.


El Pastor Carlos unge y ora
por el Pastor Amán.

El Pastor Amán y su familia

jueves, 24 de mayo de 2012

Tiempo de cajú, tiempo de lluvias

Acabó la temporada del cajú y comenzó la época de lluvias, ambos períodos esperados por todos los guinenses aunque con expectativas diferentes en uno y otro caso.
En marzo los árboles de marañón (cajú) se tiñieron de esas peculiares florecitas amarillas que anunciaban la llegada de la preciada y muy nutritiva fruta. En abril los racimos de marañón ya colmaban las ramas y así dio inicio la cosecha que daría no solo para disfrutar del peculiar sabor del cajú sino para asegurar a muchas humildes familias una pequeña entrada económica con la venta del coco y con el jugo elaborado a partir de la pulpa. Casa Emanuel no es la excepción, aquí la tradición de la venta del coco ya lleva muchos años. Mami, como todos le dicen a Isabel, la Directora, es la que dirige la operación cajú. Detrás de ella, muy temprano cada mañana y también durante las tardes, la siguen varios niños recogiendo la fruta caída en el suelo. Esta es la primera etapa del proceso, luego sigue  el chocote que consiste en separar el coco de la pulpa, después el coco se pone a secar y finalmente se depura, quitándole cualquier resto de fruta que pudiera quedarle. Así, con el pasar de los días se van llenando los sacos que serán vendidos a final de mayo. y aunque el dinero que se obtiene no es mucho, se recibe con mucho orgullo para cubrir alguna de las muchas necesidades diarias de Casa Emanuel.

Chuva na bin

La lluvia ya viene. Sí, es en este mes, cuando acaba la temporada del marañón, que todos están a la expectativa de la llegada de las lluvias. Pero lo peculiar de este fenómeno natural es que lo preceden unos fuertes vientos que arrasan a su paso con todo y que para muchos significa la posibilidad de que sus moradas se dañen o se queden sin su techo de paja.

En Casa Emanuel, los niños no pensaron en nada de eso cuando llegó la primera lluvia apenas hace unos días. Alborozados, ellos solo corrían de un lado para el otro gritando una y otra vez chuva na bin. Ajenos al peligro, hubo que meterlos prontamente a la casa para esperar que el viento, con la gran polvareda que levantó, cesara y entonces cayera la lluvia acompañada de la rayería en el cielo. Al día siguiente se verían los resultados: suciedad por todo lado, algún árbol caído, y cientos y cientos de hojas cubriendo el suelo, pero afortunadamente, nada más que eso. La emoción de la primera lluvia pasó y ahora quedan por delante tres meses de mucha agua...

Mami recogiendo cajú

Mucho cajú para chocotear

María y Samuel son niños con discapacidad, pero  eso no
les impide participar en el chocote de la fruta

Eugenia y Eliethe, en Casa Emanuel Bisselanca, tuvieron que
lavar el corredor que estaba lleno un lodazal

Djiro, al igual que los otros chicos, ayudó a
juntar las hojas que cubrían el terreno

Tamaña faena tuvieron que hacer los chicos junto con los
adultos para poner todo nuevamente en orden
¡Ah! Pero no todo fue pérdida, sino que lo diga Rui quien tuvo
que juntar muchas cabaceras, una fruta que les encanta

viernes, 11 de mayo de 2012

Las construcciones se mueven en Bisselanca

De nuevo volvió a verse y escucharse el trajinar de los obreros en las tierras de Bisselanca. Paralizada por algún tiempo a falta de recursos económicos, la construcción de la Escuela de Comercio y Artes arrancó otra vez, al tiempo que también inició la edificación de otras dos casas para los jóvenes, proyecto que estaba pendiente desde hace varios meses.
Para felicidad y asombro nuestro, los recursos económicos llegan paradójicamente en un momento en que el país camina lentamente y sin rumbo por la situación generada a raíz del golpe de Estado acaecido hace ya un mes. ¿Cómo no darle las gracias a Dios por un hecho extaordinario como este?

Los fondos para la escuela han sido provistos, como ya les habíamos contado en otra ocasión, por nuestros amigos de Barcelona, España. Si como esperamos el ritmo de la construcción continua así, es decir, a todo dar, tendremos sus dos salones listos para recibir a los niños en el próximo curso lectivo que inicia en setiembre.
Este será el salón audiovisual donde los jóvenes
 recibirán sus clases de cultura general
Prácticamente al mismo tiempo y tras ocho años de haber iniciado las negociaciones  con el gobierno de los Estados Unidos, se giraron los fondos para edificar las casas que albergarán a 20 jovencitos más.

Fue en el 2004, cuando una delegación de militares de los Estados Unidos visitó Casa Emanuel, que se les solicitó apoyo para brindar un techo para los niños del orfanato. La donación de unas tiendas de campaña militares sería una buena opción para cubrir esta necesidad, pero por diversas circunstancias la solicitud no prosperó. Dios tenía otros planes: la casa para los niños se construyó más adelante con fondos provenientes de otra fuente y años más tarde, en el 2012, vendrían los fondos estadounidenses para construir dos casas que albergarían a los niños ya convertidos en jovencitos y con la necesidad de recibir una formación para su autosostenimiento. Y esto es precisamente, el proyecto de la Casa para Jóvenes  Emanuel, en el que ya se construyó una casa, y recién está comenzando la construcción de dos casas más con los fondos ya señalados. Si no hay contratiempos, las viviendas estarían listas a principios de agosto y para entonces ya serán 30 los chicos integrados a este proyecto ubicado en Bisselanca, Biombo.






Así está quedando el terreno donde se construirán
 las dos casas para los jóvenes